lunes, 3 de mayo de 2010

Nada

Delante mío hay un hombre que mira al horizonte. De camino a Český ráj Intento ver algo en sus ojos pero en ellos no hay nada. Tras su mirada no parece esconderse misterio alguno, pero tampoco muestran nada interesante. ¿Puede una mirada significar precisamente nada? Solo nada... sin que en ella haya nada de negativo, nada de positivo, incluso nada neutral.

Como esos ojos que soñaron y después vivieron. Miraron y luego vieron. Y después solo tenían ante sí los recuerdos vividos para finamente ver sin mirarlos.
Dejaron de observar y en ellos ya no hay siquiera ganas de volver a llenarse de paisajes.
Y esperando encontrar la nada esos ojos se resignaron a almacenar inconscientemente prados verdes, tejados rojos y parejas de enamorados.
En su memoria quedan ahora infinitas postales sin significado, que simbolizaran algo para quien les preste atención luego, pero que vistas sin mirarlas son precisamente nada.

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