jueves, 10 de junio de 2010

Preguntes
















Mientras se cortaba las uñas de los pies pensaba que le estaban creciendo realmente rápido últimamente. ¿Significaba eso que el tiempo pasaba más de prisa, o que ella era menos consciente de su avance?
Se ató los zapatos (bambas, quets, tenis, championes, o como sea que se les llamara en dondequiera que estaba) y se preguntó si algún día sería capaz de andar habitualmente con tacones.
Echó el sobrecillo de azúcar en su kavu v melkém y se preguntó cuanto más le seguiria costando sentarse sola en un bar sin sentir vergüenza por no estar acompañada. Removía su café y pensaba en como sería hacerse pequeña, pequeña hasta caber en la taza y nadar entre los remolinos que dibujaba la cuchara al danzar en círculos. Bebió un sorbo y se preguntó por qué Magda - Lena – no soporta la gente que bebe sin quitar la cucharilla del vaso y por qué Anna le recrimina siempre a tono de bronca que se echa demasiado azúcar. Colocó la cucharilla justo en el medio de su boca - en la parte delante, boca abajo - y dobló la lengua hacia adentro hasta despegarla del metal haciendo el vacío y logrando ese estúpido sonido – clash – que seguro se escribía distinto en checo. Repitió el proceso tres veces y se río, sola, y se preguntó si la gente de ese bar no pensaría que era un poco rara.
Abrió el libro y siguió leyendo a Slavenka Drakulíc, intentado entender como fue Praga cuando no había variedad ni en las cartas de los kavarna, ni en los planes de futuro, ni la oferta de las fruterías, ni en las ideas ni los sueños. Entonces pensó que debía pasear sola más a menudo y pedir más cafés sin compañía alguna.



Y se rió sola otra vez siete minutos más tarde, al darse cuente del nombre del capítulo que estaba leyendo desde hacía un buen rato: “you can’t drink your coffee alone”.





1 comentario:

  1. en algunas frases alguien perdida en sudamérica podría pensar que estás hablando de ella, porque no sabe andar con tacones, toma cafés (si!) sola, le hecha mucho azucar y no quita la cucacharita.
    Ah si, y le gusta reírse sola...
    ¿y no es bonito eso?

    las casualidades son para darse cuenta de que con pequeñas cosas uno puede sonreir. las casualidades... ¡me gustan las casualidades!

    y me encanta tu post...
    opción face: me gusta (mucho!)

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